El Via Crucis gauchesco permitió desde nuestras raíces culturales vivenciar el Misterio de la muerte de Jesús. El sacerdote Osvaldo Serier fue quien dio los oficios religiosos en un Camino de la Cruz viviente atípico e inédito en Pehuen Co.

Un not   able marco de público acompañó la manifestación de fe y la propuesta cultural que tuvo como actor central al director de cultura Gustavo Bouscayrol en una excelente interpretación de Jesucristo, el Coordinador de Cultura Nahuel Pereyra Oliveros también participó de la obra personificando una versión criolla de Pilatos.

Con más de 60 actores en escenas se vivieron momentos de mucha emoción, de profundo silencio, respeto y oración. El “Camino al Calvario” se realizó por calle Brown desde Juncal hasta el mar en el recorrido se  recrearon las escenas de dolor y sufrimiento padecidas por Jesús.

Durante las mismas la presencia del “mal” personificado por varias actrices aumentaba el dramatismo, ante una Virgen María llena de dolor, impedida de poder consolar a su Hijo.

Los actores gauchos mezclados con el pueblo lograron hacer sentir a los espectadores parte integrante de las escenas, pudiendo así revivir más profundamente cada uno de los momentos del Via Crucis. Las escenas de emoción en el punto culminante de pasión de Cristo se sucedían entre silencios que marcaban la intensidad de la obra que se expresaba también en los rostros emocionados de los fieles y espectadores.

Pehuen Có con su paisaje natural generó un marco inigualable. La crucifixión realizada a orillas del mar, el sonido de las olas y la luz de la luna fueron el cierre para una noche que quedará grabada en el corazón de todos los presentes.

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